DESTINO TURISTICO RD, PUERTO PLATA.- Una de las actividades más gratificantes de visitar la hermosa Novia del Atlántico, sigue siendo sin dudas, abordar el teleférico de Puerto Plata, 41 años después continúa ofreciendo seguridad, confianza, confort y la calidez del personal que labora en sus instalaciones.
Desde la llegada a la boletería se puede escuchar la
contagiosa melodía de un bailable merengue, ejecutado de manera esplendorosa
por el Conjunto Típico del Teleférico, allí turistas nacionales y extranjeros
esperan contentos sabiendo que van vivir la singular experiencia de encontrarse
en la única cabina de este tipo del área del Caribe.
Como a cualquier sortilegio le es inherente la magia,
momentos antes de emprender la ansiada travesía, nos impacta un ilusionista,
que se hace llamar “El Mago del Teleférico”, quien con sus refinados trucos,
deleita y confunde tanto a grandes como a chicos, nacionales e internacionales.
El paradisíaco recorrido se va haciendo más apasionante en la
medida en que nos acercamos a la Loma Isabel de Torres.
Una vez fuera de la cabina, la impresionante vista panorámica
que conjuga de manera armoniosa, como en una visual sinfonía fantástica, el
verdor del bosque, la ciudad y el océano, cuya quietud estremece el alma, en
adición al aire fresco que nos acaricia, motiva la gratitud a Dios por tan
majestuoso paisaje.
Pero, si todo eso resultare poco, avanzando hacia las
edificaciones del citado cerro nos aguarda el esperanzador Cristo Redentor,
como siempre con los brazos abiertos, magnífica obra escultural colocada sobre
una gran cúpula en la nombrada colina, nueve años antes de la construcción del
Teleférico, concebido con miras a ofrecer un mayor atractivo turístico en la
localidad cibaeña.
Esa especie de domo que sirve de plataforma a la
extraordinaria imagen del Cristo, aloja en su interior al menos veinte
artesanos puertoplateños y de otras provincias, quienes brindando sus
exuberantes mercancías, combinan la tibieza de un trato afable con sus exóticas
piezas de oferta.
El lugar se presta para diversas experiencias, algunos
incluso han convertido la montaña en santuario para declarar su amor y hacer su
propuesta matrimonial, motivando la emoción y obviamente la aprobación del ofrecimiento
por parte de la prometida.
Al regreso a tierra firme, la sensación de paz es
indescriptible, sólo haciendo acto de presencia y abordando el Teleférico de
Puerto Plata se puede llegar a comprender la extraordinaria emoción de sentirse
muy cerca del paraíso.
Datos de la obra.
Los trabajos de construcción del Teleférico de Puerto Plata
fueron iniciados en 1972 por la compañía italiana “Ceretti e Tanfani”,
contratada por el Gobierno Dominicano para el suministro de materiales y
posterior instalación de las cabinas de funcionamiento eminentemente eléctrico,
cuya inauguración se realizó en el año 1975.
Es regido por un Patronato Administrativo compuesto por un
representante del Ministerio de Turismo, la Gobernación, La Asociación de
Hoteles y Empresarios de Puerto Plata, entre otras instituciones y
personalidades de esta demarcación.
Tiene capacidad para veinte personas con un peso promedio de
180 libras, la cantidad de pasajeros varía, todo depende del número de
excursiones y visitantes que se den cita aquí, una media de 30 a 55 viajes
diarios y los días feriados se pueden realizar hasta sesenta, informó Fernando
Rafael Durán, operador, hace más de 20 años del control maestro del Teleférico.
“Si son de menos peso, se puede ir hasta con 25 personas, y
si son niños le montamos hasta 30 infantes en cada viaje”, indicó el
experimentado operario.
Los precios por viaje varían, adultos pagan 350 si son
extranjeros y dominicanos 200 pesos, en tanto que el costo por los niños es de
200 si no son criollos, y 100 los infantes que son aquí, ese monto incluye el
trayecto ida y vuelta.
Su mantenimiento se realiza cada tres meses, “a veces hasta
antes, según el uso que le demos”, indicó Durán.
A pesar de que el modo de operación es automático desde los
compartimientos, con un sistema totalmente computarizado, cuando hace mucho
viento se maneja de forma manual obteniendo así un mejor control del recorrido
y es que la computadora Matriz, ubicada en la cabina máster, cuenta con su
propio sistema “GPS”.
Cabe destacar que los requerimientos para el operador en
cabina es tener preparación técnica y turística certificada por instituciones
debidamente acreditadas en el país.
Durán adelantó que “estamos pensando en un futuro ponerlo a
trabajar de noche para viajes que sean exclusivos no para tanto público así
como el que habitualmente nos visitan pero se está planificando eso porque en
verdad tu subes a la montaña de noche y tu miras la cuidad y dices que estas en
otro país” Afirmó el técnico.
Y es que “románticamente se pasa un momento muy agradable en
la montaña y más cuando tiene neblina muchos que están enamorados se dan su
beso y nadie los ve porque a veces cuando está la neblina podemos estar al lado
de otra persona y no se ve”, puntualizó.
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